Según la Wikipedia, cuando nos referimos a un ERP estamos hablando de "los sistemas de información gerenciales que integran y manejan muchos de los negocios asociados con las operaciones de producción y de los aspectos de distribución de una compañía en la producción de bienes o servicios".
O lo que es lo mismo, sus siglas en inglés “Enterprise Resource Planning”.
Esta definición aunque parezca complicada, nos está diciendo que un ERP es básicamente un sistema de gestión global de la empresa; Esta gestión comprende aspectos como las compras, las ventas, la producción, la contabilidad…
Se podría decir que el nacimiento de los ERP se remonta al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando se tuvo que poner orden toda la logística y producción militar derivada de la gran guerra. En aquella época, únicamente el ejército se podía permitir esta metodología de trabajo ya que era el único que disponía de computadoras debido a su alto coste económico.
Con el paso del tiempo, el precio de la tecnología disminuyó considerablemente, facilitando el acceso de las empresas a las nuevas tecnologías. Estos equipos venían de origen con sencillos programas que hacían las funciones básicas de gestión y a la larga provocaron un aumento en el uso de la tecnología, generando el nacimiento de las primeras empresas especializadas en el desarrollo de software que vieron una gran oportunidad de negocio en el sector.
La expansión de este tipo de programas nos llevó hasta los años 90 que es cuando nace lo que hoy conocemos como ERP propiamente dicho. En este momento ya hablamos de aplicaciones con una funcionalidad más potente y que facilita el control de multitud de procesos en las empresas. A partir de ahí el uso de los ERP se convierte en algo habitual en el mundo empresarial, cosa que nos lleva hasta la actualidad, momento en el que cualquier empresa, tenga el volumen que tenga, necesita una gestión informática que mejore sus procesos internos.
Tenemos que pensar que dependiendo del sector de nuestra empresa podemos necesitar un tipo de ERP u otro. No es lo mismo una empresa que tiene complejos sistemas de producción con la consiguiente necesidad de trazabilidad, que una pequeña empresa dedicada únicamente a la compra-venta.
La mejor manera de saber qué tipo de software necesitamos, es acudir a una empresa informática con experiencia en el sector y dejarnos asesorar sin caer en la trampa de que el software más caro es el mejor. Además debemos ver el hecho de implementar un ERP en nuestro negocio como una inversión para mejorar los beneficios y no un gasto.
Debemos explicar con detalle cual son nuestros procesos y en qué aspectos nos gustaría mejorar, para que la empresa informática seleccionada realice un análisis que dé con la mejor solución para que en el futuro no surjan problemas derivados de una elección equivocada. Este análisis es fundamental independientemente del software por el cual nos decidamos.
Okume Europea,SL
